Comercialmente importante como productor de dátiles. Para que los frutos alcancen la completa maduración necesitan temperaturas muy elevadas (40ºC) y gran disponibilidad de agua, por lo que a veces constituyen un cultivo de regadío.
Sus frutos, los dátiles, son muy nutritivos y constituyen la base de la alimentación de muchas regiones del norte de África, y suroeste de Asia, por lo que es uno de los vegetales más útiles del mundo. Puede tener una producción de 100 kilos por año y árbol.
La savia de la palmera produce una bebida llamada Lagmi, muy apreciada por los habitantes de los oasis. Un pie da diariamente 15 litros de esta bebida, pero muere a los dos años de tratamiento.
En la zona de Elche, sus hojas se aprovechan especialmente con destino al Domingo de Ramos.
De los dátiles se extrae un líquido utilizado como emoliente para ablandar y suavizar las vías respiratorias. Bien maduros y hervidos con leche se emplean para ablandar y suavizar las vías respiratorias.
De la savia se obtiene por fermentación el vino de palma, del cual se produce mediante destilación el aguardiente llamado “arrack”.
Esta palmera, muy importante desde la antigüedad, era considerada por los egipcios símbolo de la fertilidad, los cartagineses la estamparon en su moneda y en los monumentos, y los griegos y romanos la utilizaron como ornamento para las celebraciones triunfales.
En la tradición cristiana las hojas representan la paz y recuerdan la entrada de Jesús en Jerusalén.
Estas hojas, llamadas simplemente palmas, fueron en la Antigüedad un símbolo de la victoria. Pueden verse en grabados de medallas como indicación de la conquista de alguna ciudad.
Era costumbre además otorgar una palma a los atletas y corredores de carros triunfadores.