La carissa es una planta que ha ganado una gran popularidad con el paso de los años debido a muchas razones, por una parte, es un arbusto leñoso que posee una gran cantidad de espinas, y puede crecer hasta unos 5 metros en promedio, por lo que suele usarse comúnmente para construir cercas de setos impenetrables, e incluso como pantallas para cortar el viento en jardines costeros debido a que son resistentes al viento, así mismo, también es completamente resistente a las bajas.

Resulta un pequeño arbusto bien conocido por su vigoroso crecimiento y sobrada robustez, lo que hace que habitualmente se emplee en jardines de entornos severos.

Otro uso acostumbrado es como seto separador gracias a lo espeso y compacto de su follaje, aunque su crecimiento es bastante pausado.

Tiene una resistencia impresionante y se puede enfrentar a emplazamientos arenosos.

Es inmejorable para la creación de pequeños árboles con formas decorativas, o bien producir muestras enanas, empleando la técnica que detiene su crecimiento con carácter decorativo, conocida como bonsái.

Casi todo el año se puede disfrutar de una floración que emite una fragancia dulce muy agradable, con mayor intensidad durante la noche.