Agavácea muy decorativa por su aspecto exótico similar a una palmera. Su tronco ancho y de color pardo, que ramifica en altura, genera un porte muy llamativo. Su follaje de color verde azulado también resulta atractivo. En primavera produce flores amarillentas sin valor estético, seguidas de bayas naranjas en verano. Crece bien en suelos fértiles y bien drenados, en climas cálidos, aunque soporta heladas suaves. Requiere riegos frecuentes, principalmente en los meses más cálidos

Hay árboles que llaman la atención por su tamaño, otros por su forma, otros por su longevidad. El drago de Canarias (Dracaena drago), asombra al hombre por todo eso y mucho más. Desde hace miles de años, el mítico árbol draconis ha estado envuelto en una aureola de misterio que le acompaña hasta nuestros días. Dice la leyenda, que los dragones, al morir se convertían en dragos. Este fósil viviente, es con todo merecimiento, uno de los símbolos de las Islas Canarias y quizá, el mayor tesoro de la flora española.